Justo cuando Ierushalaim parecía condenada por una invasión masiva, las cosas dieron un giro sorprendente. Una lección sobre la esperanza, la visión y la importancia de la educación.
En la época del Segundo Templo, las tensiones entre los saduceos y los fariseos llegaban a un punto crítico cuando los principales rabinos entrenaban al Sumo Sacerdote para su santificación en Iom Kipur.
Todos terminaban llorando. ¿Qué pasaba exactamente?